Desde la pandemia, los controles odontopediátricos periódicos (cada 6 meses a partir del año de vida de nuestros hijos), han tenido una dramática baja.
Con ello, los padres llevan a sus hijos por primera vez a la consulta Odontológica de manera muy tardía, por lo tanto, ya nos encontramos con problemas que podríamos haber evitado como: caries múltiples, dolor dentario, infecciones en la boca, dientes que salieron en una posición no adecuada, entre otros.

¿Qué pasa?
La experiencia del niño se transforma en una experiencia traumática, con necesidad de procedimientos muchísimos más invasivos, incluso en muchos casos el daño es irreparable.
El costo de los tratamientos aumenta demasiado producto de la gravedad de las lesiones, v/s lo que cuestan los controles periódicos a partir del año.

Retomemos los controles periódicos y con ello podremos prevenir las enfermedades en la salud bucal en nuestros niños, educar a la familia sobre los hábitos de higiene bucal para toda la vida y ofrecerles una grata experiencia de atención, que haga que para sus hijos la consulta odontológica sea parte de la rutina por el resto de su vida y logremos por fin tener mas y mas niños sanos!!!